Escasamente poblado y enclavado entre los estados de Veracruz y Campeche, a lo largo del caluroso Golfo de
México, el estado de Tabasco es conocido por sus anchos ríos, profundas lagunas
y por ser sede de la industria petrolera de México. Este destino atrae a pocos
turistas extranjeros a pesar de que ofrece todas las comodidades en su ciudad capital, Villahermosa, así como una
fascinante variedad de atracciones culturales y de actividades al aire libre.
Ha disfrutado de su anonimato como destino turístico; sin embargo, ha puesto en
marcha una serie de programas para recibir visitantes.
La fiesta
más importante de Tabasco se
realiza en la ciudad de Villahermosa. En esta gran celebración del mes de abril
se muestra la alegría y el trabajo de los habitantes del estado en una
exposición agrícola, ganadera, comercial, artesanal e industrial que se
complementa con festividades artísticas, deportivas y de concursos. En este
marco festivo se realiza la elección de la Flor más Bella de Tabasco.
La gastronomía tabasqueña, de sabores, colores y aromas
intensos, es resultado del encuentro de dos mundos: el maya y el español. El
suelo fértil de las tierras de Tabasco, la creatividad de sus habitantes y el
legado de muchas generaciones se reflejan en los platillos tabasqueños, que
evocan todos los sentidos. Si te has preguntado a qué sabe el mundo maya,
podrás encontrar la respuesta en la gran variedad de platillos que se elabora
en la región.
Los protagonistas de las cocinas tabasqueñas son las
hierbas y semillas que abundan en la zona, como achiote –una pasta empleada por
los mayas para teñir sus alimentos–, chaya y muste, perejil, epazote, cilantro,
chipilín, chile amashito y hoja de plátano o de tó. Éstos son los ingredientes
que proporcionan a los guisos locales su singular olor, color y sabor.
Entre los platillos criollos más populares se encuentra
el pejelagarto, un pez primitivo con hocico de lagarto. Aunque tradicionalmente
se come asado, existen diversas formas de prepararlo: una de ellas es en
“chirmol”, una especie de mole preparado con masa, semillas de calabaza y
epazote. El pescado se guisa en trozos.
Otros platillos tradicionales son los ostiones al
Tapesco, el pan de plátano, la tortilla de coco o el dulce de papaya con
zapote. ¿Y qué decir del tradicional chocolate? En tierras tabasqueñas se
inventó la bebida caliente de chocolate que, según se cuenta, bebían los
dioses, y que hoy día forma parte de la tradición culinaria de todo el país.
Una visita a las fincas cacaoteras de la región te permitirá adentrarte en el
proceso de elaboración de la pasta de cacao, un método artesanal y en armonía
con el medio ambiente.
Robles Santamaria Adonay (Sonora, Sinaloa y Tabasco)
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