Sinaloa es comúnmente
conocido por su principal destino de playa, Mazatlán. Esta fama no es gratuita,
pues en dicha ciudad se encuentra una de las costas más bellas de la república,
que asimismo ofrece a sus visitantes actividades acuáticas.
Mazatlán es visitado
por miles de turistas, quienes tienen la oportunidad de admirar las riquezas
coloniales que se erigen en su centro histórico.
Grutas, cascadas,
manglares, presas y bosques pueden ser encontrados a lo largo y ancho del
estado, poniendo un abanico de actividades a disposición del visitante. Así, es
posible observar aves marinas, tortugas, delfines, focas y más flora y fauna
marina; practicar el senderismo, la espeleología, la fotografía de paisaje, el
paseo en lancha, el campismo y mucho más.
Las aguas del Mar de
Cortés entregan sus frutos generosamente a los pobladores de Sinaloa, quienes
los convierten en exquisitos manjares famosos por sus atractivos colores y sus
sabores exquisitos. Pero la costa no es la única que aporta algo para
recordar; desde el interior también se han gestado otros manjares que se
consumen en toda la república, tales como el chilorio.
Vestigios de culturas
ancestrales aún por estudiar así como edificios testigos de la herencia
colonial pueden ser encontrados en el estado. Templos, plazas e iglesias se
levantan majestuosas para recordar viejos días de gloria que llenaron de
orgullo a sus habitantes, y que han dejado en ellos una imborrable tradición
mestiza cargada de riqueza cultural. Dicha tradición ha convertido a este
pueblo en uno alegre, que celebra año con año uno de los carnavales más grandes
y vistosos del país, y que también refleja su herencia en su arte popular.
Sinaloa es un estado
con muchas caras, un lugar en el que se puede visitar desde un ancestral juego de
pelota hasta un moderno acuario, con todas las maravillas que puedan ser
imaginadas en el recorrido intermedio.
La gastronomía sinaloense es de las más ricas en la
inclusión de pescados y mariscos. Catalogada como la Capital del Camarón, es
común la inclusión de este y otros productos del mar como mantarraya, calamar,
pulpo, langostas y jaibas en sus platillos y suelen encontrarse en suculentas
ocurrencias como albóndigas, chicharrón, tortitas y machaca.
De la cocina local también es representativo el chilorio, el aguachile, el borrego tatemado, los quelites con puerco, los mixcocos de frijol y el puerco enchilado; el rico menudo blanco, el colache de calabacitas, las acelgas con garbanzo, el caldo de zuzule, el caldo michi, el pozole, el pozolillo etc. Desde entonces se ha vuelto popular la caguamanta, una mezcla de mantarraya y camarón que se guisa al estilo de la tortuga para mantener la tradición. O cómo olvidar los tacos de marlín ahumado y la lobina, pez criado en las presas con la que se preparan delicados platillos.
La comida que se vende en las calles de Sinaloa es la más tradicional escena culinaria del estado. En Culiacán, que es la capital del estado, preparan tacos de leche y queso servidos con salsa de chiles secos licuados en leche. En Sinaloa también se preparan los tradicionales tamales pero hechos a base de mariscos, como los llamados “barbones” hechos con camarón fresco en hoja de mazorca, oriundos de Teacapán; también los hay hechos de camarón seco. Existe también una exótica variedad hecha con puerco, camote, papaya, calabacitas y ejote.
Robles Santamaria Adonay (Sonora, Sinaloa y Tabasco)
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